miércoles, 18 de septiembre de 2013

Literatura infantil y juvenil. ¡Todo lo que necesitas saber!

Hola a todos, hoy el tema de nuestra entrada es la literatura infantil y juvenil, lo que ahora solemos denominar LIJ.
Más concretamente, hoy trataremos un texto interesante para el sector docente en referencia a esta temática, que se encuentra en la sección de Literatura Infantil y Juvenil de la biblioteca Miguel de Cervantes.

Dicho texto es obra del autor Juan Cervera y se titula "En torno a la literatura infantil". 

Pensamos que es un texto bastante informativo sobre qué es la LIJ y sobre todo lo que se relaciona con ella, como bien se especifica en su título. A continuación os expondremos un resumen sobre el artículo.

¡Adelante es muy interesante!

El artículo, nos habla, sobre el concepto de LIJ y de cómo éste suscita a día de hoy gran polémica. La LIJ, es concebida de forma diferente por los autores según las consideraciones sobre el origen que crean que tiene. Por ello podemos hablar de 3 tipos: literatura ganada, creada e intrumental. Destacar que esta útlima ha sido la que ha creado un gran debate a la hora de determinar qué entendemos por literatura infantil y juvenil.
 
Otro aspecto, del que habla este artículo es “el doble destinatario”, es un concepto muy peculiar y que sólo algunos libros son capaces de satisfacer. Se defiende así la no catalogalización de la literatura.

Finalmente, un último aspecto que podemos destacar del artículo es el tema de la formación del profesorado.

Referencia bibliográfica: «En torno a la literatura infantil», en Revista de Filología y su didáctica, n.º 12, Universidad de Sevilla, 1989, pp. 157-168. 















http://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/ecoblog/emenpon/2013/03/19/literatura-infantil-y-juvenil/

-> Por útlimo nos gustaría aportar que podeis encontrar más información sobre este tema en el siguiente artículo: ¿Existe una literatura infantil? de Michel Tournier.
Adjuntamos aquí el documento.

7 comentarios:

  1. Uno de los temas que más me ha sorprendido cuando he leído han sido los tres tipos de literatura que podemos encontrar, según consideremos cual es su origen. Hasta el momento solo tenía vagos conocimientos sobre la literatura ganada y la literatura creada, pero no tenía nociones sobre la literatura instrumental, y la verdad, que me ha sorprendido gratamente, pues nunca me había planteado que el leer no tiene porqué no enseñar nada, simplemente se puede leer por placer. Puede que este pensamiento esté en mi porque hace tiempo que no leo por placer, sino por obligación y necesidad para poder realizar y estar al día con los trabajos.


    Investigando sobre la literatura instrumental, he llegado a la determinación que más que ayudar a que nuestros alumnos lean, crea el efecto contrario. Cuando los libros están cargados de aprendizaje, cuando detrás de una lectura hay preguntas, cuando insistimos en que nuestros alumn@s o hij@s nos comenten o nos expliquen el libro, los estamos poniendo a prueba, o al menos así es como se pueden llegar a sentir. Pienso que este tipo de literatura está en las clases de nuestros centros escolares, por ello nuestro alumnado cada día les cuesta más leer, porque se piensan que nuevamente van a ser evaluados (siempre con nota, claro). Hay que dar un cambio a la literatura infantil y juvenil, solo así conseguiremos que nuestros estudiantes se sientan atraídos por los libros.


    Respecto a este cambio del que hablo muchas personas se preguntarán , ¿cómo es posible hacer ese cambio de actitud frente a la literatura? Mi respuesta es muy sencilla, pues parte exclusivamente de la formación de nuestro profesorado, es decir, si un profesor siente y conoce la literatura puede transmitir su misma pasión y saberes por la misma a sus pupilos, de lo contrario solo aportará rechazo y seguirá teniendo alumn@s que se aburren con la lectura.

    La formación de la que os hablo, cómo bien indica este artículo, debería empezar desde la universidad, es decir, que hubiesen asignaturas o al menos una asignatura troncal de literatura infantil, donde los futuros docentes pudieran llenar su bagaje cultural de obras y autores para posteriormente poder trabajar en el aula de forma competente.


    Antes de concluir, me gustaría dejar expuesta una pregunta que considero sumamente imprescindible y que sé que nos aportará muchos conocimientos y nos hará pensar sobre que han de saber los profesores y por qué, la cuestión es la siguiente: ¿Todos los profesores deberían conocer y tener conciencia de literatura infantil y juvenil o en general de toda la literatura?

    ResponderEliminar
  2. En primer lugar, decir que estoy a favor de que la lectura de literatura tenga que ser únicamente por placer, leer porque simplemente te gusta sin un fin previamente definido.

    De lo contrario entraríamos en la literatura instrumental, concepto que no había escuchado nunca, pero la verdad es que su función práctica sí que la conozco bien, ¡yo y todos! Las lecturas que te obligan a hacer un trabajo, un resumen, unas preguntas, etc. no son adecuadas para generar gusto por la lectura porque es hacer insufrible una actividad tan gratificante como leer. Las diversas lecturas que tienen la intención de enseñar no pueden ser consideradas literatura, serían más bien un libro didáctico como los que se estudian en la escuela pero no literatura, por muchos adornos que les introduzcan.

    También pienso que es muy relevante el tema de la formación del profesorado, ya que según los conocimientos que tenga el docente podrá inculcar a sus alumnos la simple lectura por placer y no fomentar lecturas instructivas propias de la literatura instrumental.

    En el texto se aprecia como hay un aumento de interés por los estudios de LIJ en las universidades por parte de los docentes y estudiantes, cosa que veo perfecta e imprescindible porque un docente tiene que estar formado en todos los ámbitos que pueda. Pero en nuestro caso, en la Universidad de Alicante, no hemos tenido la suerte de cursar una asignatura únicamente de LIJ, sino que solo se le ha dedicado una pequeña parte de una asignatura, en la cual se nos ha mostrado más el recorrido histórico que ha sufrido la enseñanza de la LIJ. Lo que quiero decir es que es observable que la enseñanza de la literatura es importante para el alumno y a nosotros, los futuros docentes, nos enseñan lo mínimo. Es más, si no llega a ser porque el año pasado cursé una optativa de catalán sobre literatura no tendría a penas ningún conocimiento sobre literatura infantil.
    Es por ello que al igual que es importante para el profesor saber enseñar a leer, es importante también tener un conocimiento sobre obras de literatura infantil y juvenil de interés para los alumnos, para que aprendan a leer para su disfrute.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo Jesy. Es una lástima que en nuestra Universidad, la única formación que nos han proporcionado sobre la LIJ haya tenido que venir de una optativa que muchos compañeros ni siquiera han cursado y que , por lo tanto, no conocen.
      ¿Sabremos alguno orientar a los niños gracias a la UA? Yo solo espero ganar experiencia lo más rápido posible...

      Eliminar
    2. Estoy totalmente de acuerdo con vosotras, pero lo más triste es que la mayoría de nosotros hemos conocido la LIJ (en lengua valenciana) por la necesidad de cursar unos créditos que nos faciliten la obtención del título de Mestre. Considero que ciertas asignaturas de este rango han de estar fijadas como obligatorias. La estructura que han dado a nuestra carrera, con la modalidad de grado, ¿es la más idónea para estar totalmente capacitados y ejercer nuestras funciones como docentes competentes?..

      Eliminar
  3. Aunque pueda parecer improcedente,voy a realizar una analogía con una experiencia propia;
    Durante mi infancia me encantaba dibujar, pintar, colorear... me encantaban las artes plásticas. Viendo mi madre mi "don" en el área decidió "alistarme" en una academia de pintura. Cada sábado me despertaba a las ocho de la mañana para ir a pintar a la academia sin importar si en ese momento prefería jugar, dormir o no hacer nada. Miobligación era ir a pintar. Como podéis imaginar, pronto dejé de realizar tales tareas por placer... llegué a odiar la realización de cualquier esbozo que tanto placer me proporcionaba antaño.
    Hacemos lo mismo con nuestros alumnos en las escuelas. Transformamos un placer en una obligación evaluable. No disfrutan, no sienten entusiasmo y obviamente, no tienen iniciativa. Se la hemos robado.
    Leer es una actividad muy gratificante y que además les gusta a la mayoría de niños, al menos, en los comienzos dónde aún no "metemos mano". ¿Por qué no dejar de entrometernos transformando sus gustos, negativizándolos en contra de la lectura, y empezamos a aprovechar el potencial que nos ofrece la LIJ?
    En mi opinión, tal como se explica en el post, la LIJ puede,en sí misma, avivar el interés del alumno y hacer que aprenda de forma implícita diferentes aspectos del lenguaje. Los profesores únicamente tenemos que orientar a los niños para que puedan tener criterios propios para elegir qué leer y, para poder orientarlos, obviamente necesitamos tener un bagaje cultural, una mochila de títulos que ofrecerles no por la cantidad de metáforas que contiene el escrito, sino porque estadísticamente, agrada a un amplio sector de menores.

    ResponderEliminar
  4. Haciendo una comparativa del sistema educativo en el que recibí mi formación académica y la actual en los centros educativos puedo ver una gran evolución en cuanto al papel que ha adquirido, por poner un ejemplo,la biblioteca del centro. Creo que tanto el responsable de la biblioteca, como el tutor del aula en cuestión han de de fomentar el hábito de la lectura pero desde una oferta de libros de literatura infantil y juvenil en la que el alumno sea el que elija la obra y el autor y se le ofrezca la oportunidad de colaborar, por ejemplo, en el blog del centro, para que sienta motivación por participar expresando opiniones, comentarios sobre las obras escogidas y se ponga en juego su creatividad, imaginación y la expresión tanto oral como escrita. Por citar una, esta sería una buena idea para ponerla en práctica en todos los centros.
    A donde pretendo ir, es al papel fundamental que juega el docente para transmitir al alumno que descubra el gusto por la lectura ya que somos muchos los que lo hemos conocido ya de mayores, debido a pasar una infancia o adolescencia por la obligación de leer sólo aquellos libros impuestos con una temática nada funcional para la vida, y que aunque no fueran funcionales, no son nada motivadores para seguir su lectura.
    Con un currículo abierto y una buena formación del profesorado en este ámbito, progresivamente se podrá conseguir trabajar en el aula la LIJ dándola a conocer a nuestros alumnos y obtener el máximo provecho de ella.

    ResponderEliminar
  5. Por un lado, quiero decir que estoy totalmente de acuerdo con mis compañeras. Como bien dice mi compañera, Jésica, la lectura debe ser por puro placer. Leyendo el artículo me he estado acordando de los ejercicios que hacía en clase o incluso en verano. Los profesores nos mandaban el libro que ellos querían y debíamos leerlo para hacer un examen oral. En su momento los leía para hacer el examen ya que en la mayoría la temática ni me gustaba. Ahora me doy cuenta de lo poco que me estaban educando con respecto al placer de la lectura. Desde el colegio jamás me han educado en este placer y gracias a mi hermana he podido saber lo que era realmente la literatura y a saber disfrutarla, haciendo que me evada del mundo.
    Por otro lado, hasta que no escogí la optativa de literatura catalana en mi tercer año de carrera apenas conocía de este mundo que no fuera los tres autores que te preguntan en selectividad y los libros que había podido disfrutar por mi cuenta. Pienso y creo que la literatura debe ser algo obligatorio y debe formar parte de la cultura. Creo que todo el mundo, y más en los tiempos que vivimos, debe poder y saber disfrutar de la magia que esconde cada libro y hace que por unos minutos o incluso horas te evadas de la realidad y disfrutes de tu imaginación.
    Por tanto creo que la función que tenemos los maestros no es obligar al alumno a leerse un libro para que sea evaluado mediante un examen, ya sea oral o escrito. Nuestra función es hacer ver a los alumnos las virtudes que tiene la literatura y adentrarles en este mundo para que puedan disfrutar sin sentir la presión de que van a ser evaluados. Esta actividad se debe hacer por libre en la que la evaluación sea pura observación. Por ejemplo, si se tiene biblioteca en el aula observar que los niños además de traer y llevar libros a casa los comentan y aconsejan a sus compañeros.
    Para concluir, no quiero terminar sin mencionar la poca formación que tenemos los futuros docentes y tiene el profesorado. La literatura culturalmente debería estar mejor vista y darle la importancia que se merece y no utilizarla con significados didácticos porque así pierde la magia de la literatura.
    "Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro." Emily Dickinson.


    ResponderEliminar