miércoles, 18 de diciembre de 2013

Oda a Miguel Calatayud



 El espacio del blog que ocupo hoy se centra en un artículo que he leído sobre un ilustrador de los grandes de la literatura infantil; Miguel Calatayud y que lleva como título: Miguel Calatayud: un poliedro demuchas caras.

El autor del artículo es Antonio Ventura, un compañero de profesión además de editor y escritor español que se ha relacionado siempre muy estrechamente con la difusión de la LIJ. Así, ha sido editor de Anaya durante muchos años y ha fundado alguna revista con contenidos de literatura infantil y juvenil como Babar.
En su artículo publicado en versión digital en Alicante: Biblioteca Vitrtual Miguel de Cervantes en el 2002, el escritor elogia cada una de las cualidades del ilustrador Miguel Calatayud.
Exalta su capacidad para hacer hablar a sus dibujos y lo hace, exponiendo la diferencia básica entre un pintor y un ilustrador. 

http://siguealconejoblanco.es/comics/agenda/conferencia-de-miguel-calatayud-en-la-biblioteca-nacional/



Para Calatayud, un buen ilustrador debe manejar con soltura el arte de dibujar y pintar bien además de  dar vida a sus dibujos. Es muy importante que las ilustraciones cuenten una historia y más en el campo de la literatura infantil. Las ilustraciones motivan a los niños a seguir leyendo, atrapan al lector y acentúan sus emociones tal y como describe Ventura en el libro ilustrado por Calatayud llamado El cuaderno de Luismi.
Es necesario que las ilustraciones acompañen al texto e incluso que den forma a algún texto plano y no todos los pintores son capaces de ello por muy preciosas que sean sus obras plásticas.

Tras los elogios dedicados por el escritor al ilustrador, Ventura analiza la evolución cronológica de Calatayud desde su primera etapa más pop hasta la actualidad, donde la vibración de los colores es una de las características definitorias de su trabajo. 

Algunos de los títulos que aporta el autor de la reseña en los que podemos encontrar parte de la obra del gran ilustrador son los siguientes:

-El món inventat, de Joles Senell (Llibres del Sol i de la Lluna, Publicacions de L'Abadia de Montserrat, Barcelona, 1990).

- Libro de las M'Alicias, de Miquel Obiols (Los Ilustrados del Barco de Vapor, Editorial S.M. Madrid, 1990).

-El cuaderno de Luismi (Sopa de libros, Editorial Anaya, Madrid, 1999).

-La máquina excavadora, sobre texto de José Luis García Sánchez y Miguel Ángel Pacheco (Segunda Biblioteca, Ed. Altea, Madrid, 1976)

http://lij-jg.blogspot.com.es/2009/09/miguel-calatayud-premio-nacional-de.html

En mi opinión,  tras la lectura del artículo estoy muy de acuerdo en la importancia de la tarea del ilustrador como elemento motivador de la lectura y más en edades tempranas donde los lectores no son usuarios autómatas. No es suficiente con unos dibujos bonitos que adornen el texto sino que es necesaria una ilustración que hable por sí misma, que anticipe  y en ésto, difiero un poco con Ventura. 

Por lo que he podido entender en su escrito, él defiende que las ilustraciones deben acompañar al texto contando exactamente lo mismo que va ocurriendo en la trama, plasmando en imágenes el propio texto cuando en mi opinión debe haber más. Las ilustraciones deben picar la curiosidad del lector, anticiparle algo que lo enganche a la lectura. Por este motivo, afirmo con rotundidad que es importantísimo a la hora de escoger un libro para nuestras clases tener en cuenta las ilustraciones.

Ellas pueden enganchar a nuestros alumnos.

Un saludo bloguer@s.

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